De las diversas afecciones que pueden afectar la capacidad de una persona para leer, escribir y deletrear, la dislexia es, con diferencia, la más común. Aproximadamente las tres cuartas partes de las personas que presentan algún tipo de dificultad para leer, se estima que hasta el 17% de la población podría tener una variante de esta afección.
A continuación se presentan 10 de los síntomas más comunes que acompañan a la dislexia. Tenga en cuenta: todos estos son síntomas de la afección tal como se presenta en adolescentes y adultos mayores. Si bien los niños más pequeños pueden presentar algunos de estos síntomas, a menudo existen muchos otros factores que pueden explicarlos durante los años escolares de una persona. Si tiene dudas sobre el aprendizaje de su hijo, lo mejor es que consulte a sus profesores o a un concejal competente del colegio.
1. Dificultad para leer, incluida la lectura en voz alta.
Quizás el síntoma más comúnmente asociado con la dislexia, la dificultad para leer, también sea posiblemente el más difícil de precisar. Después de todo, muchas personas sin esta afección también tienen problemas para leer, por diversas razones. Específicamente para las personas con dislexia, no es que la pieza que se les pide que lean sea demasiado desafiante para ellos en términos de contenido. Si se les leyera en voz alta, no tendrían problemas para entender la pieza. La cuestión es el texto mismo. Los disléxicos tienen problemas con el acto físico de leer, de asociar ciertos grupos de caracteres con palabras específicas. Esto es clave para diagnosticar la posición y esta desconexión suele ser responsable de los demás síntomas que se enumeran a continuación.
2. Lectura y escritura lentas
En relación con el síntoma anterior, cuando alguien con dislexia tiene que leer o escribir, a menudo le resulta una tarea ardua. Les cuesta encontrar el sentido de palabras individuales en una oración determinada y, posteriormente, la oración en sí se convierte en un desafío cada vez mayor, y así sucesivamente a lo largo de la página. Esto puede causar una frustración intensa y vergüenza ocasional si es en un ambiente grupal.
3. Problemas de ortografía
Esto tiene cierto sentido. Si tiene dificultades para leer una palabra escrita, entonces es lógico que tenga problemas similares para deletrear una palabra. Hay un poco más que eso. Muchos disléxicos tienen dificultades para comprender las diversas reglas de ortografía que se nos inculcan a lo largo de nuestros días escolares porque no las asocian con la palabra escrita.
4. Evitar actividades que impliquen lectura
Como muchos de nosotros a quienes nos resulta difícil realizar ciertas tareas cotidianas, muchas personas con dislexia evitan activamente situaciones en las que se espera que lean o escriban. Esto puede ser tan simple como pedirle a alguien que resuma el contenido de la reunión anterior en lugar de leer el acta, o tan serio como evitar trabajos en los que leer y escribir sean requisitos previos.
5. Pronunciar mal las palabras
Todos pronunciamos mal alguna palabra de vez en cuando, especialmente si solo la hemos visto escrita o si es una palabra desconocida. Debido a que el lenguaje sigue ciertas reglas en términos de ortografía y sonido, generalmente podemos intentarlo bastante bien y estar razonablemente seguros de hacerlo bien. Para los disléxicos, esas reglas son casi imposibles de descifrar o, más bien, esas reglas no parecen aplicarse a su propia experiencia de la palabra escrita, lo que hace que los errores en la pronunciación sean más comunes.
6. Problemas con los dobles significados y los modismos
Usamos modismos todos los días. Si algo es fácil, es “pan comido”. Cuando bromeamos con alguien, le estamos tomando el pelo. Las personas con dislexia a menudo no pueden establecer la conexión entre este tipo de frases. Para la mayoría de las personas, es sólo una expresión, otra forma de verbalizar una situación determinada, pero para los disléxicos puede resultar difícil comprender por qué esos dos conceptos son intercambiables.
7. Dificultad para resumir una historia.
Poner una historia en tus propias palabras es una habilidad clave en varios campos, no solo en las clases de literatura inglesa. Podría ser un abogado resumiendo para el jurado, o simplemente describiendo algo que le sucedió a un amigo mientras tomaban un café. Muchas personas con dislexia tienen problemas para resumir un evento en palabras, es decir, para establecer esa conexión entre los conceptos y el lenguaje.
8. Problemas para aprender un idioma extranjero
Un aspecto clave del aprendizaje de un idioma extranjero es que creas un espacio en tu mente donde superpones una nueva palabra a un concepto con el que ya estás familiarizado. Sabemos que "dolor" y "pan" representan la misma cosa, por ejemplo. Muchos disléxicos informan dificultades para realizar esta tarea, especialmente si aprenden su nuevo idioma con la ayuda de textos escritos.
9. Dificultad para memorizar
Como muchos elementos de esta lista, este no es un ejemplo de mala memoria, sino que tiene más que ver con la relación de los disléxicos con las palabras. Cuando intentamos memorizar algo (ya sea prepararnos para un examen o intentar recordar los cincuenta estados), instintivamente utilizamos mnemónicos y otros trucos verbales para ordenar las cosas en nuestra mente. Debido a la desconexión entre palabras y conceptos que a menudo indica dislexia, esto puede resultar muy difícil para las personas con esta afección.
10. Dificultad para resolver problemas matemáticos.
Si bien es común pensar que los números y las letras son dos cosas separadas, el cerebro tiende a tratarlos de la misma manera, especialmente cuando están escritos. De la misma manera que alguien con dislexia tiene problemas con la disposición de las letras en una palabra determinada, puede tener la misma o similar dificultad con la disposición de los números y símbolos en un problema matemático. Por supuesto, muchas personas tienen inquietudes con las matemáticas que no tienen nada que ver con ser disléxico, pero si su problema es determinar cuál es el problema, en lugar de cómo se puede resolver, puede ser un síntoma.
Si bien todos los síntomas enumerados anteriormente pueden ser indicativos de dislexia, es importante recordar que los no disléxicos también pueden mostrar signos de uno o más de ellos. Si está realmente preocupado de que usted o un ser querido pueda tener dislexia, asegúrese de programar una cita con su médico. No solo podrán diagnosticar cualquier afección subyacente, sino que también podrán recomendarle las mejores formas de lidiar con sus síntomas en el futuro.